RIESGOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Muchos proyectos inmobiliarios son vulnerables a los cambios progresivos del clima y a los fenómenos que este cambio climático conlleva. Incendios forestales cada vez más frecuentes, aumento de las precipitaciones, deshielos e inundaciones grandes son algunas de las consecuencias más significativas. Si no se invierte en mejorar la capacidad de adaptación de estos proyectos, afectará negativamente a la industria de la construcción, ya que hará que la vulnerabilidad de éstos siga aumentando, como también aumentaría el vivir en viviendas de mala calidad y en áreas expuestas.
Para especificar mejor los riesgos en los ejemplos anteriormente dados, en el aumento de las precipitaciones podrían aumentar los retrasos en la construcción y eso llevaría a un aumento de los costos. Además, los diferentes cambios en el cambio climático y en los fenómenos que conlleva implicaría más trabajos de reconstrucción y de reparación de los edificios dañados.
Las llegadas de olas de calor son influyentes en los diseños de los edificios, por lo que puede indicar una necesidad de dejar de lado los diseños arquitectónicos actuales y tener que adoptar distintas estrategias para las nuevas construcciones. También este aumento de las temperaturas significarán cambios en la demanda energética asociada al clima, ya que aumentará la demanda de sistemas de aire acondicionado, por ejemplo.
Sobre la falta de inversión, se produce una falta de ésta de ‘’mejores prácticas’’ en el diseño y construcción de edificios existentes, lo que los sitúa a la cabeza en las previsiones de aumento de riesgo de daños por causas climáticas. La protección de los edificios nuevos de los mismos impactos del cambio climático significaría incorporar respuestas de adaptación en su diseño y su construcción.
El gobierno, por su parte, es fundamental para crear y coordinar la respuesta del sector de la construcción, y pueden identificar y alentar prácticas, como por ejemplo, alentar la instalación de jardines o materiales reflectantes en los techos para reducir el aumento del calor solar y enfriar el aire circundante. Medidas pueden reducir el consumo energético de los edificios al mínimo posible.
También la población corre diversos riesgos sociales, políticos, económicos y ambientales en su vida cotidiana debido a este cambio climático. Los niveles de pobreza todavía elevados y persistentes en gran parte de los países de Centroamérica y Sudamérica se traducen en una alta vulnerabilidad al cambio climático. La desigualdad económica significa desigualdad en el acceso al agua, al saneamiento y a la vivienda adecuada, en particular para los grupos más vulnerables, y poca capacidad de adaptación al cambio climático.
A partir de esto, la aplicación de políticas eficaces en estos países puede conducir a la construcción de edificios, y asentamientos más amplios y con mayor eficiencia energética. También hay oportunidades de ahorro energético en los edificios, a menudo ineficientes, de los países desarrollados y de las economías emergentes. Los avances en tecnología, conocimiento técnico y políticas ofrecen oportunidades para estabilizar o reducir el consumo de la energía de los edificios. Las recientes mejoras en rendimiento y costos son de gran importancia y aumentan el interés económico de la construcción.
OPORTUNIDADES QUE IMPLICA EL CAMBIO CLIMÁTICO PARA LA INDUSTRIA
Ante el conflictivo panorama del veloz agotamiento de los recursos naturales al mismo tiempo que experimentamos el crecimiento de la población mundial, resulta imperioso que las demandas de recursos naturales estén equilibradas con la “capacidad de carga” del ambiente físico. En este sentido, uno de las principales consecuencias que podemos observar en nuestro planeta a raíz de dicho agotamiento, es el cambio climático que corresponde al problema ambiental más importante que enfrenta actualmente la humanidad.
Sus consecuencias, además de tener gran alcance, son acrecentadas tanto de forma directa como indirecta por la acción humana y en especial la de las empresas que emiten altos índices de gases y residuos tóxicos. Sin embargo, esta situación no debe considerarse como un hecho de características irreversibles, sino que más bien como un acto en donde los agentes responsables pueden tener ventajas comparativas frente a otras empresas al tomar conciencia del entorno en el cual se ven inmersas.
El movimiento hacia una construcción verde no es visto únicamente como algo útil a la hora de hacer frente a una amplia diversidad de desafíos medio-ambientales, sino también como un factor esencial para la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo en particular. En sus primeras etapas, el movimiento de construcción verde se centraba en una amplia variedad de impactos ambientales, incluidos el impacto sobre el
agua, el aire interior, la flora y fauna y los recursos materiales no renovables. Con una mayor preocupación por los riesgos del cambio climático provocado por el hombre a través de las emisiones de gases de efecto invernadero, el llamamiento a la acción incluye la reducción de la huella de carbono de los edificios (mitigación) y la preparación de estos ante los efectos del cambio climático sobre los niveles del mar y de los
incidentes asociados a fenómenos meteorológicos (adaptación).
La mitigación supone la reducción directa del consumo de energía de los edificios, sobre todo la cantidad de energía derivada del carbono utilizada en los edificios que contribuye directamente a las emisiones de gases de efecto invernadero. Del mismo modo, la mitigación también implica que la selección de terrenos para la construcción de edificios minimice la demanda de transporte que consume carbono y la energía usada para
construir otras infraestructuras urbanas. Un edificio es “sustentable” desde el punto de vista medio-ambiental cuando las acciones colectivas consiguen bajar el consumo de combustibles fósiles en el sector y abordan el desafío de la mitigación del cambio climático.
agua, el aire interior, la flora y fauna y los recursos materiales no renovables. Con una mayor preocupación por los riesgos del cambio climático provocado por el hombre a través de las emisiones de gases de efecto invernadero, el llamamiento a la acción incluye la reducción de la huella de carbono de los edificios (mitigación) y la preparación de estos ante los efectos del cambio climático sobre los niveles del mar y de los
incidentes asociados a fenómenos meteorológicos (adaptación).
La mitigación supone la reducción directa del consumo de energía de los edificios, sobre todo la cantidad de energía derivada del carbono utilizada en los edificios que contribuye directamente a las emisiones de gases de efecto invernadero. Del mismo modo, la mitigación también implica que la selección de terrenos para la construcción de edificios minimice la demanda de transporte que consume carbono y la energía usada para
construir otras infraestructuras urbanas. Un edificio es “sustentable” desde el punto de vista medio-ambiental cuando las acciones colectivas consiguen bajar el consumo de combustibles fósiles en el sector y abordan el desafío de la mitigación del cambio climático.
En este sentido, las compañías emisoras de residuos contaminantes y también aquellas que se preocupan por el medio ambiente y quieren generar un cambio, pueden encontrar en el cambio climático una oportunidad para seguir creciendo, para entregar un valor agregado que las haga destacarse frente a la competencia.
Entre las oportunidades que implica el cambio climático en la Industria de la Construcción se encuentran:
CONSTRUCCIÓN SUSTENTABLE
El llamado a una construcción sostenible apunta a la capacidad de la industria para hacer un aporte considerable a la sostenibilidad ambiental debido a las enormes demandas que ejerce sobre los recursos. Sin embargo, así como el concepto de sostenibilidad ambiental continúa desarrollándose a medida que mejora el conocimiento sobre el medioambiente, lo mismo ocurre con la comprensión de la construcción sostenible como concepto, que se extiende más allá del tejido del medio construido.
En la actividad de la construcción, los residuos cobran mayor importancia con la inclusión de los residuos de demolición. Es por ello, que necesitamos concientizar a la industria para una adecuada gestión de residuos contemplando criterios bioclimáticos. Implementar estrategias de recuperación y valorización energética de los residuos, disminuyendo las emisiones de dióxido de carbono, e incorporando estos residuos como materias primas que podrán aprovecharse energéticamente como sustitutos del combustible tradicional, beneficiando al ahorro energético
Dicho en otras palabras, el cambio climático permite a las empresas que operan en el rubro de la construcción optar por la construcción sustentable, la cual implica incorporar el concepto de sustentabilidad en el proceso de diseño, construcción y operación de las edificaciones y su entorno. De esta forma, el objetivo es optimizar los recursos naturales y minimizar el impacto sobre el medio ambiente y la salud de las personas.
Con esta oportunidad, las empresas del rubro no solo podrán optar por otras formas de construcción que sean amigables con el medio ambiente, sino que también les permite generar un valor agregado que otras empresas no han ofrecido al mercado o a sus consumidores directos. En este sentido, por ejemplo, es preciso llevar a cabo investigaciones y fijar normas para reducir la cantidad de cemento que se utiliza en la construcción y las alternativas disponibles. Si bien no es posible eliminar el cemento en la industria de la construcción, es fundamental reducir su uso. Los esfuerzos coordinados deben concentrarse no sólo en obtener materiales nuevos y más amigables con el medioambiente sino también en centrar más la atención en procesos innovadores como el reciclado y la reutilización. Como parte de estas estrategias, se producirán edificios y materiales con una vida útil más prolongada, que sean fáciles de reciclar y de desechar a un costo mínimo para el medio ambiente.
Un ejemplo de esto Oficenemen, una empresa española dedica a la fabricación de cemento, siendo unos de los más conscientes de la huella de carbono del sector. En la industria cementera aceptan su responsabilidad cumpliendo los objetivos marcados en cuanto a la reducción de emisiones y demostrando, además, una mejora continua mediante auditorías externas realizadas por entidades acreditadas.
Las fábricas integrales de cemento españolas disponen de las mejores técnicas disponibles (MTDs) para la prevención y control de la contaminación en el proceso de fabricación del cemento. Tiene como modelo un plan de 3 estrategias de cambio climático, las cuales consisten, en primer lugar, una contribución a la reducción de emisiones globales de la sociedad: a través de soluciones constructivas que mejoren la eficiencia energética en edificios, por ejemplo. En segundo lugar, reducir las emisiones por tonelada de cemento: través de programas de rendimiento industrial e I+D+i para desarrollar soluciones bajas en carbono y mediante la utilización de residuos como combustibles o como materias primas alternativas. Y en último lugar, promover políticas energéticas y climáticas responsables por parte de la industria y las administraciones públicas, o dicho en otras palabras, hay un interés creciente además de por mitigar sus efectos, por adaptarse también a sus consecuencias. El hormigón es un material muy resiliente a condiciones climáticas extremas y nuestro diseño de producto está optimizado para desarrollar hormigones capaces de resistir sus efectos.
Por otro lado, como empresa están comprometidas con la reducción de emisiones, y en este sentido, uno de sus puntos es incrementar la eficiencia. En este sentido, las fábricas de cemento en España cuentan con las MTDs para incrementar su eficiencia y se sitúan entre las más eficientes del mundo. Por otro lado, planean incrementar la utilización de biomasa, ya que en 2015, gracias su uso, el sector cementero español evitó las emisiones de CO2 equivalentes a las emisiones promedio anuales de 470.000 autos, que representan más del 2% de los turismos del país. Además de esto, generar una sustitución de combustibles alternativos. El % de sustitución de combustibles alternativos en 2015 fue del 23,4%, dando lugar a una disminución del 11,5% del CO2 en combustión, lo que representa que se dejaron de emitir a la atmósfera 705.000 t de CO2.
EFICIENCIA ENERGÉTICA
Un deseo para el futuro es una construcción sostenible que sea desempeñada mediante el conocimiento y la adopción de técnicas que mejoren la eficiencia en los procesos constructivos, velando por un entorno saludable, tendiendo al desarrollo sostenible, y promoviendo la eficiencia energética mediante el uso racional de la energía y la implementación gradual de energías alternativas, como ser: Energía Solar, Solar térmica, Energía eólica y Biogás
Un claro ejemplo de esta situación es la Inmobiliaria La Paz, que fue una de las pioneras en el país al optar por la construcción de edificios “modernos” con un sistema energético alternativo como lo son los paneles solares.
Es importante destacar que la construcción sustentable implica considerar siete pilares fundamentales: (1) Energía, (2) Materiales, (3) Planificación territorial, (4) Impacto ambiental, (5) Agua, (6) Residuos y (7) Salud y bienestar. Sin ellos el ciclo de construcción (que considera la planificación, diseño y estudio de una obra hasta la operación y eventual cierre) no sería sustentable, por lo cual se pasaría a llevar el proceso de proteger el entorno natural que los rodea y la calidad de vida de los ciudadanos no sería mejorada tal cual lo propone este nuevo sistema de construcción.
En el caso de Chile se encuentra la estrategia nacional de construcción sustentable que, apoyado por el Ministerio de Obras Públicas (MOP), el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), el Ministerio de Energía y Ministerio de Medio Ambiente (MMA), sostiene las bases para el desarrollo sustentable con bases en el Medio ambiente. De esta forma, la Ley N°19.300 se define el desarrollo sustentable como “el proceso de mejoramiento sostenido y equitativo de la calidad de vida de las personas, fundado en medidas apropiadas de conservación y protección del medio ambiente, de manera de no comprometer las expectativas de las generaciones futuras”. Tomando en cuenta en la cadena tres dimensiones: la económica, social y ambiental, para la construcción consciente de nuevas edificaciones en mundo donde el cambio climático es una realidad.
TRANSPORTE Y PLANIFICACIÓN TERRITORIAL
La planificación, provisión de incentivos o la entrega de viviendas cercanas a los centros de empleo y necesidades diarias de los hogares, o bien que se encuentren situadas cerca de medios de transporte público que ofrezcan acceso a dichos lugares, brinda la oportunidad de reducir la energía que se utiliza en el transporte vehicular, es decir, expandir el negocio de la construcción hacia otros horizontes. Esto implica planificar una serie de actividades y opciones de vivienda dentro de un determinado barrio vinculado a centros de empleo u opciones de transporte de varios tipos.Una acción paralela necesaria es la mejora de la infraestructura de servicios públicos para permitirles más cargas sin extenderse a la periferia urbana. Las agencias de vivienda podrían fomentar lo siguiente:
- Proyectos urbanísticos orientados al transporte público o edificios residenciales y comerciales cuyos diseños tengan en cuenta el acceso al transporte público. Estos proyectos fomentan una menor dependencia de los automóviles así como la densidad en los edificios.
En general, los proyectos urbanísticos orientados al transporte público incluyen la promoción y la cuidadosa planificación del proyecto en torno a un nodo de transporte cuya red establece conexiones con otras necesidades urbanas fundamentales, como el acceso al lugar de empleo. - Comunidades de usos mixtos y de ingresos mixtos. Esta acción tiende a reducir las distancias que deben recorrerse desde los centros de empleo a las comodidades urbanas o “usos” y potencialmente disminuyen las distancias diferenciales que deben recorrer las familias con distintos medios. Este resultado a nivel social fomenta una mayor densidad y un menor uso del automóvil privado.
SELECCION DE ZONAS RESILIENTES
El ordenamiento de tierras es una herramienta eficaz para reducir el impacto del cambio climático. En la disciplina y práctica de este campo existen las siguientes técnicas de planificación local: uso del suelo, planificación y zonificación, zonas de conservación, zonas de protección y adquisición de tierras. Existen tres opciones principales para la selección del lugar que son menos sensibles al desarrollo actual (como los humedales) y menos vulnerables a los impactos futuros del cambio climático (como las llanuras aluviales, zonas costeras y laderas). Una primera opción, que es también la preferida, es simplemente evadir estas áreas. Otra opción es construir en estos lugares o cerca de los mismos, pero edificar barreras de algún tipo tales como diques. Esta opción no es sencilla para las agencias, que se concentran en urbanizaciones de viviendas de costo limitado e individuales. La tercera opción es construir dentro o cerca de estas áreas con las debidas precauciones en cuanto al diseño y la construcción.
DISEÑO Y CONSTRUCCION RESILENTE
Haciendo de cierta manera una continuación a la tercera opción del punto anterior, muchas de las técnicas de diseño y construcción para resistir a los desastres se someten a prueba. Un ejemplo sería, diseñar casas sobre plataformas o pilotes protegerá a los habitantes, sus pertenencias y principales espacios de vivienda de potenciales riesgos. La utilización de cemento o algún sistema de fortalecimiento estructural similar para los pisos inferiores hará que la vivienda sea resistente a los vientos huracanados. Los materiales duraderos y resilientes al agua también resistirán a los daños que producen las inundaciones, de manera similar a las tecnologías eficientes en materia energética descritas anteriormente, si bien estas técnicas de construcción y diseño son con frecuencias más caras inicialmente, a largo plazo implican un ahorro al reducir los daños y los costos de reparación generados por tormentas y desastres.
DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN FLEXIBLES:
DISEÑO Y CONSTRUCCION RESILENTE
Haciendo de cierta manera una continuación a la tercera opción del punto anterior, muchas de las técnicas de diseño y construcción para resistir a los desastres se someten a prueba. Un ejemplo sería, diseñar casas sobre plataformas o pilotes protegerá a los habitantes, sus pertenencias y principales espacios de vivienda de potenciales riesgos. La utilización de cemento o algún sistema de fortalecimiento estructural similar para los pisos inferiores hará que la vivienda sea resistente a los vientos huracanados. Los materiales duraderos y resilientes al agua también resistirán a los daños que producen las inundaciones, de manera similar a las tecnologías eficientes en materia energética descritas anteriormente, si bien estas técnicas de construcción y diseño son con frecuencias más caras inicialmente, a largo plazo implican un ahorro al reducir los daños y los costos de reparación generados por tormentas y desastres.
DISEÑO Y CONSTRUCCIÓN FLEXIBLES:
Aumentar la flexibilidad de los sistemas estructurales, mecánicos, de electricidad, agua y ventilación de las viviendas permitirá soportar mayores cargas en el futuro. A modo de ejemplo, a largo plazo puede ser necesario garantizar que los sistemas de electricidad puedan soportar un mayor volumen y una demanda de aire acondicionado más regular. Del mismo modo, construir las conexiones necesarias para instalar sistemas de recogida de agua de lluvia en el futuro puede evitar las demandas energéticas adicionales que pueden requerir los sistemas de saneamiento tradicionales. A pesar de no ser tan crucial como otras estrategias de resiliencia, contar con un diseño flexible constituye una adaptación directa a los impactos del cambio climático.
CONCLUSIONES
El objetivo de hacer algo por y para la industria, como por ejemplo, nuevas políticas que vinculen el sector de la vivienda pública con estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático constituye una visión necesaria, ya que pueden reducir las emisiones de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático que se habrían generado en estas viviendas de haberse construido mediante métodos tradicionales. Asimismo, favorece la adaptación de las viviendas a los cambios negativos del clima ya presentes, como el aumento de las tormentas y las inundaciones, a través de una selección del lugar y una construcción óptimos para la mitigación de los desastres.
El desafió de estas empresas inmobiliarias, principalmente, es hacer coincidir sus estrategias de vivienda actuales y previstas con los instrumentos para viviendas sostenibles y resilientes disponibles. Por un lado, todavía no se conoce la magnitud del problema real que generan las viviendas públicas para el cambio climático.
Un problema a considerar por esta industria es el costo; la brecha existente entre el posible aumento de los costos iniciales correspondientes a las nuevas técnicas de construcción sostenibles, frente a los ahorros a largo plazo que se pueden lograr durante la vida útil del edificio.
Por otro lado, todavía tenemos muy pocas pruebas que indiquen que las soluciones que se proponen sean realmente relevantes para ese problema. En realidad, se trata de una situación que integra desafíos complejos e interconectados.
Afortunadamente, en el sector de la construcción existen muchas posibles sinergias entre los objetivos de mitigación y adaptación. A medida que se construyen nuevos edificios, el diseño puede abordar tanto aspectos de mitigación como de adaptación y, a la vez, dar respuesta al déficit de viviendas. Es necesario que las empresas tengan una visión de “ganar-ganar” para los obstáculos futuros del cambio climático, para evitar lo más posible combatir contra este. Asimismo, se pueden obtener enormes beneficios secundarios a partir de estas estrategias e instrumentos, tales como sistemas avanzados de financiamiento de viviendas.
Finalmente, es necesario señalar que a pesar de todo no existe una única política o instrumento de financiamiento que pueda captar la enorme complejidad de las condiciones del cambio climático de cada nación, por lo que se deben analizar una serie de escenarios y someter a prueba diferentes medidas, es decir, las empresas deben estar al tanto constantemente de lo que sucede en el entorno, en este caso, el cambio climático, pues puede generar tanto riesgos que estas debería evitar lo más posible, como oportunidades a aprovechar y generar valor como empresa. En la actualidad la imagen de la empresa y el interés verdadero por el medioambiente está tomando gran revuelo e importancia, por lo que las organizaciones deben tener en cuenta estos escenarios, que no están para nada alejados de la realidad y tomar las medidas correspondientes y, aunque hasta el momento el cambio climático no les haya afectado a algunas empresas, no hay que olvidar que existe, que en cualquier momento les puede afectar.
FUENTES:
https://es.scribd.com/document/92544142/El-Sector-de-La-Construccion-Frente-Al-Cambio-Climatico
http://bpie.eu/wp-content/uploads/2015/10/Buildings_Briefing_ES.pdf